La deficiencia de azufre es un problema creciente a nivel mundial y tiene un efecto negativo en el rendimiento y la calidad de los cultivos. Hace años, antes de que las emisiones de las fábricas fueran restringidas, el azufre era proporcionado a través de la deposición atmosférica en casi cualquier parte del mundo, pero actualmente se necesita una fuente de azufre que reemplace estas deposiciones. El efecto residual del azufre en los suelos ha enmascarado estas deficiencias durante décadas, pero gradualmente las deficiencias en azufre han ido apareciendo. Especialmente, en cultivos con alta demanda de azufre como pueden ser cereales, colza, etc., dónde no solo se han observado reducciones de rendimiento, sino que también pérdidas de calidad en los productos. Por ejemplo, reducciones en contenido de proteína en el grano del trigo, que se traducen en una mala calidad panificadora.

Las deficiencias de azufre pueden pasar desapercibidas porque los síntomas de la planta son similares a la deficiencia de nitrógeno. En muchas ocasiones, los agricultores tienden a confundir estas deficiencias y tratan corregirlas con aplicaciones de N. Es obvio que esta solución no es efectiva, porque son muchos los ensayos que demuestran que las aplicaciones de N pueden ser inefectivas si hay deficiencia de azufre. Por lo tanto, el N adicional que se aplica en circunstancias de déficit de azufre no será utilizado por las plantas y se perderá ocasionando problemas medioambientales. El azufre es un impulsor esencial en las plantas; es un componente estructural que participa en la formación de aminoácidos (como la cisteína y la metionina) a partir del N absorbido. Si no hay suficiente azufre disponible, se altera la funcionalidad del N en la planta. Como regla general, cada kilogramo de azufre permite a la planta la utilización óptima de 10 kilogramos de N.

Los aminoácidos que contienen azufre también son precursores de enzimas y productos vegetales secundarios, y están directamente involucrados en reacciones metabólicas. Protegen las células desintoxicando radicales de oxígeno y metales pesados, son parte de las vitaminas (tiamina (B1), biotina (H)) y coenzimas involucradas en la fotosíntesis, participan en la síntesis de ácidos grasos y en la función estructural de las proteínas. Además, el azufre también es un componente importante en muchas sustancias que dan sabor, como los aceites de la mostaza y del puerro.

Hoy en día, la fertilización con azufre es indispensable y nosotros debemos proveer con una amplia gama de productos que contengan azufre a los agricultores para garantizar un balance correcto de los nutrientes. De hecho, la presión ha aumentado sobre los agricultores para mejorar sus rendimientos a la vez que se hace un uso más eficiente de la superficie agrícola. El azufre es un componente clave para este desafío, y nuestros fertilizantes con azufre, stimulUS, Croplex, N32+S, y Sulfato potásico y amónico, pueden proporcionar equilibrio en los nutrientes y mejorar los rendimientos.