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Jornada de Campo ENTEC® 2020 en Zamadueñas, Valladolid

La pandemia no ha impedido que Eurochem Agro Iberia continúe con sus jornadas técnicas, particularmente la que había previsto organizar en la finca experimental de Zamadueñas, en Valladolid, perteneciente al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), así que una vez más hemos decidido aprovechar las nuevas tecnologías para transformar las tradicionales jornadas de puertas abiertas presenciales en virtuales, permitiendo a los asistentes que no ha podido estar presentes conocer el resultado de los ensayos a través de la pantalla.

Miguel González, jefe de la Zona Norte de Eurochem, nos ha proporcionado una visita guiada que nos ha dado a conocer los ensayos en cuatro cultivos diferentes – trigo, cebada, colza y patata, con varios tratamientos de fertilización en cada cultivo, y con tres repeticiones de cada tratamiento.

El objetivo de Eurochem en España, recuerda el responsable por la conducción de estas jornadas, es “ofrecer a todos los agricultores un producto de calidad como ENTEC®, para que puedan realizar un abonado eficiente de sus cultivos con costes de producción muy competitivos, y reduciendo sustancialmente las emisiones de los contaminantes nitrogenados: reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (óxido nitroso), reducción del lavado de nitratos a las aguas, y reducción de las emisiones por amoniaco por ser fertilizantes sin nitrógeno ureico. Además, recuerda que los fertilizantes ENTEC® con fósforo cumplen rigurosamente la legislación sanitaria, con un contenido muy bajo en cadmio, metal pesado con efectos cancerígenos. Por eso destacaba la importancia de ENTEC® cuando se busca “un fertilizante eficiente, respetuoso con el medio ambiente, que aumenta las cosechas y mejora su calidad”.

Colza: la importancia del azufre

La variedad de colza empleada este año es Exception, en dosis de 60 semillas por metro cuadrado. Se sembró el 3 de octubre, un poco tarde respecto a lo recomendado, pero se realizaron tres riegos de nacencia y no ha habido problema a la hora de la germinación y el cultivo se ha desarrollado sin problema.

Miguel González llama la atención sobre una parcela de colza en la que se han aportado 400 kg/ha de ENTEC® 15-13 -13 y posteriormente 150 kg/ha de ENTEC® 26 en cobertera. “El 15-13-13 aportó 48 unidades de azufre en sementera, que es muy importante para la colza”, recalcaba, y los visitantes virtuales pudieron comprobar que las silicuas “van de abajo arriba con la formación de granos y una altura importante”. “Los 150 kilos de ENTEC® 26 que hemos aplicado después hacen que hayamos aportado en total 100 unidades de nitrógeno, 52 de fósforo y 52 de potasa, además de 96 UF de azufre”, recalcaba el representante de Eurochem, para quien una de las claves ha estado en el empleo de dos abonos con la tecnología ENTEC®, “con lo que hemos logrado aguantar durante más tiempo el nitrógeno amoniacal en el suelo sin que se oxide a nítrico y se pierda”.

En la siguiente parcela se aportaron 350 kg/ha de ENTEC® 15-13-13, 50 kilos menos que en la parcela anterior, pero a cambio se echaron 50 kg/ha más en cobertera con un producto nuevo, con un nuevo inhibidor, que es el ENTEC® 27. “Este producto nos aporta lo mismo que el ENTEC® 26, con algo menos de azufre (unas 64 unidades) y mantenemos 107 unidades de nitrógeno, 46 de fósforo y 47 de potasio; mantenemos las mismas unidades que en la parcela anterior a lo largo del ciclo porque nuestra prioridad es mantener el equilibrio de elementos que necesita la planta”, apuntaba González, quien destacaba “un desarrollo algo superior en esta parcela al aumentar el nitrógeno con el ENTEC® 27 al final del ciclo”.

Una otra parcela de colza registraba el resultado de realizar una sola aplicación de 500 kg/ha de ENTEC® 20-10-10. “Estamos aportando 100 unidades de nitrógeno, 50 de fósforo y 50 de potasio; aportamos menos azufre pero lo hacemos al principio del cultivo, que en la colza es muy importante”, recalcaba González. Para él, “se trata de una forma cómoda de fertilizar porque se hace de una sola vez, cuando el cultivo ha nacido y se ha formado la roseta”. “Nos beneficia que no es un fertilizante que debamos enterrar necesariamente: se aporta una vez que el cultivo está implantado, es decir, no gastamos dinero hasta que el cultivo está consolidado. Es importante para un cultivo que es vulnerable hasta que se forma la roseta”. Como contraejemplo, una de las parcelas de colza solo había recibido abono convencional, con 400 kg/ha de 8-15-15 de fondo y cobertera con 250 kg/ha de NSA (nitrosulfato). “Se emplea antes de la siembra porque no tiene un inhibidor de nitrificación, necesita que lo incorporemos al suelo, y en este caso verificamos que no existen silicuas desde abajo; la planta está mucho más rala porque se ha perdido eficiencia”.

Trigo: flexibilidad en el abonado

En los ensayos de trigo blando se ha empleado la variedad Chambo. El 8 de noviembre se sembró (250 kilos por hectárea) y el 20 de abril ya estaba espigado. En la primera parcela se aportaron 350 kg/ha de ENTEC® 15-13-13 y 250 kg/ha de ENTEC® 26 en cobertera. Un total de 117 unidades de nitrógeno, 45 de fósforo y 45 de potasio. El ENTEC® 15-13-13 se puede aportar antes de sembrar, una vez sembrado o incluso una vez nacido a partir de las dos hojas, “como si fuera un ENTEC® de una sola aplicación”. La razón es que, de nuevo, no es necesario enterrar este tipo de productos por el tipo de elementos que lo componen y por el inhibidor de la nitrificación. Además en esta parcela se aporta una cantidad apreciable de azufre, nutriente cada vez más necesario en muchas zonas cerealistas.

En la segunda parcela de trigo visitada se ha realizado un solo tratamiento de 500 kg/ha de ENTEC® 24-8-7. En vez de aplicarlo el 8 de noviembre, con la siembra, se hizo el 9 de enero, “una fecha ideal para el trigo”. “Esta posibilidad es importante porque si hemos tenido problemas y no hemos abonado, lo podemos aportar una vez implantado el cultivo; al margen de la fecha, pero a partir de las dos hojas”, subrayaba. Los 500 kg/ha de ENTEC® 24-8-7 nos aportan 120 unidades de nitrógeno, 40 de fósforo y 35 de potasio, además de 30 de azufre. Menos que la otra parcela, ya que es un abonado para las zonas donde la necesidad de azufre no es tan alta.

También es representativo lo sucedido en la tercera parcela visitada, con doble aplicación pero cambiando el inhibidor de la nitrificación – 350 kg/ha de ENTEC® 15-13- 13 y 250 kg/ha de ENTEC® 27. “En este caso al aportar ENTEC® 15-13-13 antes de la siembra, después de la siembra o con el cultivo implantado, lo usamos como herramienta de trabajo para emplearla como mejor nos convenga”, dejaba claro el responsable de Eurochem. Por su parte, gracias al nuevo inhibidor, el ENTEC® 27 se puede aportar antes que un nitrato normal, hasta con un mes de diferencia, y si se aplica como un nitrato normal se puede reducir la dosis en un 20%.

Un caso diferente se muestra en la cuarta parcela visitada, con 500 kg/ha de un abonado convencional 8-15-15 y, en cobertera, 300 kg/ha de ENTEC® 27. “Al no tener inhibidor ese abonado de fondo, podríamos perder parte del nitrógeno, por lo que se puede adelantar un mes la aplicación de ENTEC® 27”, describía González. Como prueba, en esta parcela “no hay mucha diferencia con respecto a las anteriores y la planta ha recuperado con respecto a la primera pérdida de nitrógeno”.

En la quinta parcela, con abonado convencional en fondo y cobertera, “el trigo está más entregado, con menos desarrollo y algo menos verde porque se nos ha lavado esa parte nitrogenada”.

Patata: la influencia del abonado en la calidad

La patata (variedad Agria) fue sembrada el 13 de marzo en un marco de 75 centímetros por 35 y la floración se produjo a partir del 29 de mayo.

En la primera parcela visitada se aplicaron 700 kg/ha de ENTEC® 20-10-10 y posteriormente 200 kg/ha de ENTEC® 27, con lo que se aportaban 194 unidades de nitrógeno, 70 de fósforo y 70 de potasio. “Es poco potasio inicialmente, pero el agricultor lo complementa después con un producto de Eurochem, el SOP Solub 52%, un sulfato de potasa que aportaríamos a través del riego hasta completar unas 174 o 200 UF de potasio”.

En la segunda parcela de patata se han aplicado 800 kg/ha de ENTEC® 13-10-20, “un abono muy equilibrado para patata”, y en cobertera 300 kg/ha de ENTEC ® 27. Este planteamiento supone aportar 185 unidades de nitrógeno, 80 de fósforo y entre 160 y 180 de potasio. Como señalaba González, “para Eurochem es muy importante el equilibrio entre nitrógeno y potasio; buscamos el mayor porcentaje de patata comercializable y evitamos nitrogenados muy tardíos, en momentos de máximo desarrollo y máxima temperatura para evitar que haya malformaciones”. “El objetivo es que cada mata tenga el mismo porcentaje de patata comercializable”.

En la tercera parcela visitada se aportaran 1.400 kg/ha de ENTEC® 13- 10-20 de una sola vez como abonado de fondo. “Es poco habitual, pero se hace en algunas ocasiones, cuando el agricultor ya ha puesto los tubos y no desea volver a pasar”. De este modo se aportan 182 unidades de nitrógeno, 140 de fósforo y 280 de potasa, sin necesidad de hacer un tratamiento de SOP Solub a través del riego”. Constataba que no se aprecian diferencias con las otras dos parcelas, “y en este caso logramos el mayor porcentaje de patata comercializable

Estas jornadas virtuales dirigidas por Miguel González se pueden visualizar integralmente en:


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