
Reducción de la huella de carbono de la fertilización
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En la producción de muchos de los cultivos extensivos, la fertilización puede llegar a representar entre el 70-85% del total de la huella de carbono.
Es evidente que los sistemas agroalimentarios mundiales dependen de la fertilización sintética con nitrógeno (N) para aumentar el rendimiento de los cultivos, pero los fertilizantes nitrogenados generan una alta huella de carbono en fabricación y en la aplicación en campo. De hecho, los últimos estudios científicos estiman que en la Unión Europea (EU28) un 38% de las emisiones (CO2 eq) se producen en fabricación, y un 62% en campo (Menegat et al., 2022) (figura 1).

Una herramienta eficaz, disponible, y contrastada científicamente para reducir las emisiones de GEI y la lixiviación, es la tecnología de los inhibidores de la nitrificación (IN). Utilizados junto con fertilizantes nitrogenados amoniacales o ureicos pueden reducir la huella de carbono de la producción agrícola.
Los inhibidores de la nitrificación son compuestos que retrasan la oxidación del amonio (NH4+) a nitrito (NO2–), sin afectar la subsiguiente oxidación de nitrito a nitrato (NO3–), ya sea inhibiendo o interfiriendo en el metabolismo de las bacterias nitrificantes (Nitrosomonas) (figura 2). La incorporación de un inhibidor de la nitrificación con cualquier producto nitrogenado en base amoniacal permitirá retener el N en el suelo en la forma amoniacal durante más tiempo.

Investigación público-privada para desarrollar fertilizantes más eficientes y con menor huella de carbono
El desarrollo de fertilizantes que incorporan inhibidores de la nitrificación ha sido ampliamente evaluado en condiciones mediterráneas, y más concretamente en la península Ibérica, gracias a la colaboración público privada entre EuroChem y universidades y centros de investigación.
La investigación colaborativa comenzó hace más de 25 años con la evaluación del inhibidor de la nitrificación DCD (diciandamida). Posteriormente, se desarrolló el inhibidor de la nitrificación DMPP (dimetil pirazol fosfato) y en la última década, se ha hecho especial énfasis en la evaluación del nuevo inhibidor de la nitrificación DMPSA (dimetil pirazol fosfato ácido succínico).
Dentro del proyecto de investigación para el desarrollo de los inhibidores de la nitrificación incluidos en los fertilizantes de la gama ENTEC® (DMPP y DMPSA) destacan las colaboraciones con la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
La literatura científica cuantifica el efecto de los inhibidores de la nitrificación en una reducción de un 47% en la lixiviación de nitratos (NO3–) y de un 44% en la emisión de óxido nitroso (N2O) (Qiao et al., 2015). Nuestros resultados muestran efectividades similares en el caso de la reducción de la lixiviación de nitratos (NO3–), pero son superiores en la reducción de la emisión de óxido nitroso (N2O) (figura 3).

En 45 ensayos de campo realizados con medición de gases de efecto invernadero utilizando inhibidores de la nitrificación basados en DMP (ENTEC®) desde 2010, la reducción de emisión de óxido nitroso (N2O) ha sido de un 65% (figura 4), llegando en algunos casos a reducir casi al 100% las emisiones de este potente gas de efecto invernadero.

El artículo se ha publicado en la revista Tierras